Tienes que prestar atención. Podrías pasar de largo y perderte este lugar tan especial. Entra por su hermosa puerta y descubre la Sala del Tribunal con su jardín anejo en la parte trasera. Desde aquí, podrás contemplar el imponente campanario de la catedral y disfrutar de un íntimo concierto de carillón.
La Sala del Tribunal
La Sala del Tribunal (Hofkamer en neerlandés), un edificio emblemático del siglo XVIII, está escondida en el patio de la mansión Den Wolsack de Amberes. La paleta de colores azul verdoso de las paredes, acentuada con molduras de color bronce, es un sofisticado recordatorio de obras de arte perdidas sin redención: los murales de lienzo con los que François-Adriaan Van den Bogaert cubrió todas las habitaciones en 1772. Su Sala del Tribunal es un modelo de su ardiente ambición. Gracias a él, vivirás una experiencia sobrecogedora que te envuelve ya desde el umbral.
Un cuarto de aseo hecho de libros
¿A quién no le gustaría tener una pila de libros en el aseo? Es el momento perfecto de sacar a relucir tu más amada literatura. Esto es precisamente lo que pensaban en la Sala del Tribunal. En la primera planta se encuentra el aseo de libros (Boekentoilet, en neerlandés), donde no solo las paredes están cubiertas de libros, sino que incluso el propio retrete representa una pila de libros. No es posible leer de verdad, ya que se trata de libros de imitación hechos de madera y forrados de cuero. Este lujoso y cómico cuarto de aseo podría ganar fácilmente un trofeo a la habitación pequeña más singular.
Información práctica
Accesibilidad
Fácilmente accesible para personas con discapacidad.